Isaac Misael Ramírez es un joven de 20 años que en esta vida ha adoptado la costumbre de responder con sonrisas. Esa es una costumbre generalizada en República Dominicana, que es de donde viene la familia Ramírez.
Quienes hemos entrado a iglesias cristianas acostumbramos a ver una serie de indumentaria eclesial, personas y servicios tecnológicos que trabajan todos juntos hacia el fin de brindar un servicio integrado de forma armoniosa para que los participantes reciban con comodidad dos horas de tiempo enfocado. Tanto nos hemos acostumbrado a esta articulación de actividades y tecnología que incluso pudiéramos darla por hecha de una manera natural.
Me parece que si existe algo a consagrar en nuestras reuniones dominicales por encima incluso del sermón es el trato de amor entre los hermanos y las hermanas, que es un mensaje del Reino de Dios. La espiritualidad del trato en comunión está en la cima de los mensajes más importantes del cristianismo, y es donde a veces más cojeamos.
Isaac Misael, que vive en Orlando, Florida, y que sonríe como su hermana Michel mientras que ha adquirido la vocación de cuidado de la vista de su padre, fue por muchos años este joven, que servía anónimamente los domingos cambiando diapositivas. Hoy su labor es otra, hoy él hace de traductor. Éste es otro servicio que hace parte de ese engranaje donde muchos trabajan desde diferentes labores para comunicar el mensaje de Dios, que es primero comunicado por medio de la armonía entre todos y todas.
En la Iglesia Evangélica Luz y Vida, donde pastorea su padre Tomás Misael Ramírez, hay un corazón volcado a la comunidad, por eso es que suelen organizarse para hacer campañas de ayuda a los vecinos al tiempo que comparten el mensaje de Jesús. Y tienen un llamado de enviar y fundar nuevas iglesias, por eso que sea parte de la práctica comunitaria que no siempre predique el pastor sino que sean varios hermanos y hermanas quienes se compartan ese privilegio. Por su puesto que estos predicadores llevan una comunicación de amor y respeto con las personas que sirven desde atrás con los equipos de proyección. Esta práctica de rotar el sermón recuerda a la teología menonita en el sentido de que comprende que el Espíritu Santo habla en y desde la comunidad para todos y todas, y no que el pastor es el único apto para enseñar la palabra. Por eso, en la Conferencia Mosaico, será una buena noticia saber que en Luz y Vida se preparan predicadores que en un determinado momento podrían bendecir a más de sus iglesias. Esperemos que pase el Covid para que empiecen a invitarles.