por Marco Güete
Tengo un amigo que admiro por los hábitos y rutina que práctica, confieso que quisiera imitarlo. Todos los días se levanta y se acuesta a la misma hora, mi amigo dice que duerme ocho horas sin tomar medicamentos que ayuden a dormir, tiene los mismos días y la misma hora para ir al gimnasio, toma sus alimentos todos los días a las mismas horas. Esos son uno de los tantos buenos hábitos de mi amigo. La verdad es que como seres humanos tenemos un montón de buenos y malos hábitos. Esta conversación con mi amigo me impulsó a investigar sobre los hábitos leyendo libros y escuchando conferencias sobre el tema. Ahora comprendo con más claridad Eclesiastés 3:1“Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo…” (La Biblia de las Américas)
Tengo el privilegio de vivir en una era volátil donde todo es fugaz y transitorio que nos sumerge en una sensación de cambios repentinos y radicales, los que formamos la iglesia estamos incluidos. Lo que era ya no es y lo que es, no será, nuevas cosas surgen constantemente y muy rápido que cuesta ajustarse a los cambios, me refiero al mundo digital y los dispositivos que usamos para ese mundo. Esto hace complejo trabajar con nuestros hábitos y nuestra rutina para mejorarlos, puedo decir complejo, pero no imposible. Formar hábitos saludables para nuestras vidas toman tiempo y dedicación, nos preguntamos ¿cuánto tiempo toma en formar un nuevo habito que nos haga feliz?
Dejemos a James Clear en su libro Hábitos Atómicos (página 75) que responda: “La formación de hábitos es el proceso por el cual una conducta se vuelve progresivamente más automática a través de la repetición. Cuanto más repites una actividad, más cambia la estructura de tu cerebro para volverse eficiente en esa actividad”. “La repetición de un hábito produce cambios físicos claros en el cerebro”.
“Hay un tiempo señalado para todo…” El escritor de Eclesiastés se anticipó a lo que nos esperaba en este siglo sin saberlo, no podemos hacer muchas cosas al mismo tiempo porque cometemos errores y nos llenamos de estrés, el estrés nos causa un innumerable tipo de problemas, tanto físico como mentales. Yo les invito a adquirir el buen habito que os aconseja este texto: Hacer una cosa a la vez, bien hecha, con pasión y dedicación recordemos que “Hay un tiempo señalado para todo”, lo que no se alcanza a hacer en el día de trabajo, misión o ministerio, tiene que esperar su turno, porque simplemente somos humanos, amamos a Dios y a nosotros mismos.