Desde la Asamblea Especial de Delegados de la Iglesia Menonita de EE. UU. en Kansas City a finales de mayo, la Conferencia Mosaico ha organizado sesiones de escuchar para que los delegados de la Asamblea Mosaico compartan y se escuchen unos a otros. Casi 100 delegados participaron en las sesiones de escucharse que se llevaron a cabo en línea y en persona. (Todavía falta una sesión de escucha esta semana con líderes de habla Indonesio y pastores de toda nuestra Conferencia). Las decisiones tomadas en la Asamblea de la IM de EE. UU. han creado cierta incertidumbre en nuestra Conferencia al considerar nuestro relacionamiento mutuo, nuestras experiencias, nuestro entendimiento de los textos bíblicos y nuestra fe cristiana.
De las sesiones de escucha surgió una solicitud clara para aclarar la posición de la Conferencia Mosaico con respecto a Una Resolución para el Arrepentimiento y la Transformación, aprobada por poco margen en la Asamblea de Delegados Especial en Kansas City. (Los delegados votaron 267-212 a favor de la resolución).
Ahora estamos viviendo en la realidad de los sentimientos y las respuestas a la votación. Me comprometo personalmente a vivir esta situación abiertamente, sin ansiedad, y con toda la claridad como yo pueda ofrecer como Ministro Ejecutivo.
En realidad nada ha cambiado para la Conferencia Mosaico. Las resoluciones denominacionales no son obligatorias para áreas de conferencia. Una resolución denominacional establece la trayectoria de la política de la IM de EE. UU. acerca de cómo se emplea el tiempo del personal denominacional, y como los recursos denominacionales pueden ser distribuidos; sin embargo, no anula ninguna política, postura o posición de la Conferencia. Todos nuestros documento de formación de la Conferencia siguen siendo válidos y nos guían, incluyendo nuestras Declaraciones de Iglesia Juntos de Yendo a los Marginados , Fe y Vida y Gracia y Verdad. Nuestro documento de formación que une a nuestra Conferencia reconciliada tiene sus raíces en La Visión Anabautista de Harold S. Bender y Palmer Becker Esenciales Anabautistas (aquí hay un resumen útil del trabajo de Becker) que continúa vigente. Seguimos acatando la Confesión de Fe desde una Perspectiva Menonita. También reconocemos nuestras conexiones globales a través de las Convicciones Compartidas del Congreso Mundial Menonita. Nuestra declaración de visión and misión específica de la Conferencia sigue siendo la misma.
De modo que, aunque nada ha cambiado en nuestra Conferencia, para algunos de nosotros, nuestra relación con la Iglesia Menonita de EE. UU. ha sido cuestionada. Para algunos, Una Resolución para el Arrepentimiento y la Transformación representa un alejamiento significativo de historia y práctica de 2000 años de tradición cristiana. Hay llamados dentro de nuestra Conferencia para el distanciamiento inmediato de la denominación. Algunas congregaciones y líderes sienten que el relacionamiento es insostenible. Otros desean más tiempo para escuchar, reflexionar y discernir.
Creo en la obra del Espíritu que unió a la Conferencia Mosaico. La posibilidad de nuestro testimonio compartido es mucho mayor de lo que hemos vivido hasta ahora. Tenemos fuertes historias locales y conexiones globales. Somos una red de líderes, ministerios y congregaciones comprometidos. Creo en nosotros, y estoy comprometido a navegar juntos esta turbulencia.
Necesitamos ser pacientes y darnos tiempo para que todos nosotros en la Conferencia Mosaico podamos entender y discernir. Nuestros compromisos misionales, formativos, e interculturales como Conferencia significan que nuestro trabajo de discernimiento comunitario debe incluir un espacio para escuchar la diversidad de perspectivas y experiencias, teniendo en cuenta nuestras diferencias culturales y lingüísticas. También tenemos relacionamientos sólidos con la iglesia global, la cual también está preguntando acerca de nuestra futura postura como Conferencia Mosaico en relación con la Iglesia Menonita de EE. UU.
Aunque nada ha cambiado, se siente como si todo hubiera cambiado. Estamos en un momento de incertidumbre. Pero también estamos participando en un movimiento de comunidades que están bajo el cuidado de Dios, parte de la larga historia de redención y reconciliación de Dios. Si bien el camino a seguir no está claro para mí, la fidelidad de Dios es clara. Dios está con nosotros, individual y comunitariamente. Nuestra denominación, la Conferencia, las comunidades, los ministerios, la historia, el presente y el futuro, todo pertenece a Dios.
Invito a cada uno de nosotros, como comunidades e individuos, a descansar en lo que sabemos y en las cosas que no han cambiado que permanecen claras para nosotros como comunidad de la Conferencia. Entonces, apoyémonos confiando unos a otros y en la obra del Espíritu a medida que discernimos nuestro camino a seguir, aferrándonos a las cosas que sabemos que permanecen: la fe, la esperanza y el amor (I Corintios 13:13).