Por Stephen Kriss, Ministro Ejecutivo
Hace dos meses, escribí un artículo acerca del por qué podríamos posponer, cancela, o cambiar a reuniones en línea. Ahora, muchos de nosotros estamos acercándonos a meses de distanciamiento físico y solidaridad social/espiritual. Para la mayoría, el tiempo se ha sentido largo. Hemos sido desafiados de formas que no hubiésemos podido predecir.
Muchos de nosotros estamos volviendo la pregunta de volvernos a reunir personalmente. Durante todo este tiempo como Conferencia, hemos enfatizado el “Credo de Jesús” de amar a Dios y al prójimo. Mientras exploramos posibilidades, sugiero varias posturas mientras mantenemos estas preguntas en el centro de nuestro discernimiento:
- ¿Cómo nuestro volver a abrir, volver a reunirnos, o la abstención de reunirnos expresa nuestro amor a Dios?
- En nuestros actos como comunidad bien sea en persona o dispersos, ¿cómo encarnamos y extendemos nuestro amor por nuestros vecinos?
Postura 1: Considere al vulnerable.
Pablo nos recuerda que, como un cuerpo, honramos a aquellos que son vulnerables con sentido elevado de cuidado. ¿Nuestras reuniones juntos aumentan nuestro riesgo? Si, inevitablemente lo hace. Pero, ¿cómo podemos liberar a las personas más vulnerables de las responsabilidades de manera que también honren su deseo de estar en la comunidad?
La Comunidad Ripple Inc, en Allentown, PA, lo hizo bien al introducir nuevas precauciones al cambiar a los miembros del personal que son mayores de 60 años, a más roles detrás de escena. El personal más joven permaneció en roles más visibles o interactivos.
Debemos tener consideraciones para con las personas mayores de 65 años, en riesgo inmunológico, y/o los cuidadores de personas vulnerables, ellos deben estar en nuestras mentes mientras pensamos lo que significa reunirnos nuevamente. Jesús promete que él está presente cuando solo dos o tres de nosotros estamos juntos. ¿Cómo podemos crear ambientes que sean acogedores, hospitalarios, y minimizar las negatividades del riesgo?
Postura 2: Considere la orientación de la salud pública local y líderes gubernamentales.
El Condado de Montgomery, Pennsylvania, donde las oficinas de la Conferencia están ubicadas, había solicitado que las comunidades religiosas no se reunieran en persona. Aprecié que esta fue una solicitud, no un mandato. Se nos recuerda en nuestras reuniones de nuestro testimonio como sal y luz en nuestras comunidades. Mientras entendamos que las leyes de la tierra no establecen nuestra brújula moral, animamos a las comunidades a cooperar con las directivas locales de salud pública y las solicitudes del gobierno con respecto a la reunión en persona. Esto significa el mantenerse actualizado y consciente de los cambios de contextos y situaciones en nuestras comunidades locales.
Postura 3: Considere las responsabilidades sobre los derechos.
A veces en los Estados Unidos, nuestra forma de responder es apuntar a la Declaración de Derechos. Tenemos el derecho a reunirnos y el privilegio de libertad religiosa. Pero como cristianos, sabemos que la libertad en Cristo también conlleva una responsabilidad significativa. Para algunas de nuestras congregaciones, esto ha significado el usar nuestros lugares de reunión para proveer comida para los vecinos, o el abrir nuestros espacios para donaciones de sangre. Tenemos la libertad de no ser vencidos por el temor, pero tenemos la responsabilidad de actuar con justicia, amar la misericordia, y caminar humildemente. Vivimos en tensión entre la búsqueda del bien común y la conciencia individual. Reconocemos que otros pueden tomar decisiones diferentes al discernir cómo vivir nuestras responsabilidades como testigos de la sanidad y esperanza en Cristo en nuestras comunidades.
Postura 4: Considere nuevas posibilidades.
La pandemia ha sido una interrupción en nuestras vidas y horarios habituales. De hecho, ha sido estresante. Sin embargo, también ha abierto nuevas posibilidades. Algunos de nosotros hemos cambiado a servicios en línea. Algunos de nosotros hemos plantado jardines. Algunas de nuestras iglesias reportan nuevos rostros en sus servicios. Ha habido nuevas oportunidades para testificar. ¿Cómo hacemos para no saltar muy rápido a “lo que era” por familiaridad? ¿Cómo el Espíritu puede estar invitándonos a cambiar y responder?
Creemos en un Dios que sostiene, redime, y trae transformación en medio de la prueba. Mientras consideramos como creativamente extendemos la paz de Cristo, tenemos la oportunidad de dar testimonio del amor de Dios y del cuidado de unos a otros, tanto cerca como alrededor del mundo.
The opinions expressed in articles posted on Mosaic’s website are those of the author and may not reflect the official policy of Mosaic Conference. Mosaic is a large conference, crossing ethnicities, geographies, generations, theologies, and politics. Each person can only speak for themselves; no one can represent “the conference.” May God give us the grace to hear what the Spirit is speaking to us through people with whom we disagree and the humility and courage to love one another even when those disagreements can’t be bridged.
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