Hace unos meses conversé con Herman Sagastume, donde además de conocer en detalle el proyecto Healthy Niños, Herman me contó sobre el Fondo Shalom que se había creado en la Conferencia Mosaico para atender el desabastecimiento de las comunidades con las que trabajan en Honduras debido a la crisis del Covid-19.
Un pequeño retoño de luz
Esta vez me comuniqué nuevamente con él, para preguntarle acerca de un tema semejante y es la situación de estas comunidades, luego que Honduras recibiera en el mes de noviembre, dos huracanes, el ETA y el IOTA. El panorama no siempre es alentador; pero en medio de la penumbra siempre se ha logrado ver así sea un pequeño retoño de luz.
Tempestad de Espanto
El caos es inenarrable. Primero fue ETA, pero este huracán, que venía desde el sur, alcanzó a Honduras con menos furia de lo que había sucedido en los países por los que ya había pasado. De todos modos produjo pérdidas, complicaciones graves como inundaciones y derrumbamientos menores. Luego de la interminable lluvia, y cuando pasaban unos días que daba tiempo a las personas para reacomodarse y reparar los daños, fue cuando llegó IOTA, como una tempestad de espanto y ésta dibujó los paisajes con imágenes como las siguientes: planicies donde antes habían casas, lagos donde antes hubo plantaciones, hileras de gente buscando refugio montaña arriba, techos de casa que parecen canoas, caminos atravesados por troncos caídos y árboles aplastados por el peso de las lluvias o destrozados por la furia del vendaval.
Con IOTA, se estima que la cifra de damnificados escala los 2 millones
La parte norte de Honduras fue la más afectada, y esto tiene un agravante peor porque Honduras depende entre un 60% y un 65% de su economía a la productividad de esta zona del país. Igual que hace unos meses, cuando narrábamos para ustedes lo difícil que en estos países suscribía la crisis sanitaria de la pandemia debido a sus atrasos en el sistema de salud y de repartición del dinero, así, hoy sucede en Honduras sobre el soporte a este huracán debido a la gravedad por la poca y débil infraestructura que posee el país.
Herman explicó todo esto para el conocimiento de las iglesias de la Conferencia Mosaico. Él hace bastantes años que vive en el Estado de Virginia, es hondureño y su trabajo desde Healthy Niños está objetivamente enfocado en su país de origen. Nos ha dicho que nunca antes había visto tanta destrucción en Honduras, ni siquiera cuando en el año 98 pasó sobre el país otro huracán, el Huracán Mitch. Con IOTA, se estima que la cifra de damnificados escala los 2 millones.
El pobre es el más afectado
En Arepo, una de las zonas donde Healthy Niños realiza su trabajo de desnutrición y educación básica, puesto que las personas que allí viven son demasiado pobres y se han visto forzadas a construir sus casas en lugares de alto riesgo, los daños llegan al nivel de acabar con todo.