Durante los meses de junio y noviembre del año pasado, Carlos Sánchez, representante de la Comunidad Menonita de Medellín, estuvo dirigiendo dos encuentros de Reconciliación entre personas de la comunidad de San Rafael al oriente de Antioquia y con exlíderes de las guerrillas FARC-EP.
Estos fueron encuentros logrados después de un esfuerzo arduo motivado por lograr encontrar a víctimas de este ex grupo guerrillero con los primeros responsables de los actos de violencia que se cometieron en el transcurso del conflicto armado en Colombia.
Fue el 15 de noviembre del año 2002 cuando un grupo de hombres del desaparecido grupo guerrillero interceptó un camión de la EPM (Empresa Pública de Medellín) y procedió a asesinar a casi todos los ocupantes del vehículo. Muchos años después, luego del Acuerdo de Paz entre el gobierno colombiano y el Secretariado del grupo insurgente, se pudieron desarrollar las condiciones para que víctimas de este atentado como sus perpetradores tuvieran un encuentro cara a cara con ánimos de saber la total verdad de lo sucedido y así allanar el camino del perdón.
Lo verdaderamente interesante e inspirador fue que este encuentro se realizó a partir del ánimo y la voluntad de un líder menonita, quien actuando desde su fe y la comprensión de su llamado como pacificador, planteó el encuentro y transitó por las diferentes etapas necesarias para llevarlo a cabo.
“No puedo decirles que los he perdonado todavía, pero yo me dispongo a ser la puerta para el camino de la reconciliación en el municipio”. Palabras de mujer víctima del atentado a la EPM.
Uno de los logros más significativos ocurrió cuando las FARC-EP reconocieron la autoría del asesinato de uno de los tripulantes del camión de la EPM, quien sería el padre de una de las mujeres presentes en el diálogo. Aquellos que han participado o han estudiado sobre procesos de paz saben que el reconocimiento de la verdad por parte de los victimarios representa una de las acciones más sensibles y progresivas hacia el perdón y la reconciliación.
Carlos Sánchez ha respondido a la pregunta sobre qué lo motiva a trabajar voluntariamente por la paz con las siguientes palabras:
“A mí me suscita principalmente la voluntad y el poder de Dios. Y con lo poco o mucho logrado me siento agradecido con Él, imagínese el caso de esa mujer que perdió a su padre, ¡Vivir tantos años atormentada por esa pregunta!, pero ahora tener respuesta, eso sin duda es un paso para sanar y solucionar el conflicto”.
The opinions expressed in articles posted on Mosaic’s website are those of the author and may not reflect the official policy of Mosaic Conference. Mosaic is a large conference, crossing ethnicities, geographies, generations, theologies, and politics. Each person can only speak for themselves; no one can represent “the conference.” May God give us the grace to hear what the Spirit is speaking to us through people with whom we disagree and the humility and courage to love one another even when those disagreements can’t be bridged.