Traducción al español de Andrés Castillo
Me encanta un buen proyecto de bricolaje de vez en cuando. Me produce alegría hacer las cosas que me hagan falta en lugar de comprarlas en la tienda o pagarle a otra persona para que las haga. Muchas personas comparten el mismo sentimiento que yo: ¡solo hay que mirar cuántas personas recurren a Pinterest para alimentar su próxima idea!
Sin embargo, cuando llegamos a tratar las necesidades de la comunidad, las personas dudamos más en comenzar algo. Es mucho más fácil simplemente participar en algo que ya ha sido preparado por otra persona.
Entiendo totalmente por qué algunos son tan vacilantes. A veces yo también lo soy. Comenzar algo puede ser abrumador, hay que encargarse de la responsabilidad. Uno se hace vulnerable al juicio de otras personas. Pero si nadie siembra la primera semilla, perderemos la oportunidad de que algo grande crezca entre nosotros. Si ves una necesidad en tu comunidad, tal vez sea el llamado de Dios para que comiences algo.
Ten en cuenta estos tres puntos simples, para ayudarte a comenzar:
1. Empieza poco a poco
Cuando tienes una gran idea, a veces es difícil empezar. No todos los esfuerzos tienen que empezar en grande o son perfectos y pulidos. La mayoría de la gente conoce este versículo de memoria: “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo entre ellos.” Mateo 18:20 (NVI). Tal vez tu idea comienza con una o dos personas, y no es perfecto desde el principio, pero eso está bien. Comienza algo pequeño, cosas más grandes seguirán.
2. Empiece con personas cercanas
Cuando te sientas abrumado, trae personas que estén cerca de ti. Comparte tus pensamientos, preocupaciones y metas. Tal vez ganarás un partidario o incluso un socio. Nadie puede sobrevivir solo, y tenemos que llevar las cargas de los demás (Gálatas 6:2).
3. Comienza sinceramente
Antes de comenzar tu gran idea, asegúrate de que tu corazón y tu cabeza estén en el espacio correcto. Encuentra el propósito de tu idea y tenlo en cuenta al comenzar tu viaje. Las provisiones y la guía de Dios seguramente seguirán. Que este versículo de 1 Pedro 3:8 (NRSV) les dé esperanza y fortaleza: “Finalmente, todos ustedes, tengan unidad de espíritu, simpatía, amor los unos por los otros, un corazón tierno y una mente humilde”.
Espero que esto te inspire a poner en marcha ese proyecto o idea que has estado posponiendo, sin importar cuán pequeño sea.