por Javier Márquez
Primero lo primero, eso lo sabe bien el pastor Nicolás Sandoval luego de años de experiencia y de servir en lugares diferentes, camino que lo ha conducido por estaciones en las que ha ido repartiendo semillas y recogiendo cosechas. No está de más escribir que el pastor Nicolás Sandoval inauguró la primera iglesia Menonita de habla hispana en la ciudad de New York, por las calles de Brooklyn.
Entonces, siendo primero lo primero, debemos arrancar por el café. En la lista dictada por el pastor Nicolás sobre las actividades de la Iglesia Evangélica Menonita de Oración y Adoración, compartir el café obtuvo el lugar número uno.
A esto siguen las escuelas bíblicas de los domingos que se realizan en su templo al oeste de Filadelfia, el tiempo de reflexión y de adoración y todo esto sólo los domingos. Entre semana es otro itinerario: oraciones y evangelismo, conexión virtual y salidas callejeras.
La iglesia, como la mayoría, quedaron con secuelas positivas de COVID: la incorporación activa de la conexión tecnológica para seguir practicando los hábitos de la fe de forma colectiva. La Iglesia Evangélica Menonita de Oración y Adoración dedica cada semana desde el día lunes hasta el día miércoles un tiempo de oración desde las 8 pm hasta las 9 pm. La experiencia ha sido exitosa porque no solo personas de la congregación se unen a las llamadas, sino que otra gente, de diferentes congregaciones y hasta de diferentes iglesias, participa y hay quienes le ofrecen al pastor Nicolás Sandoval el liderazgo de una que otra jornada.
“Nos gusta compartir, no nos gusta centralizar las cosas de la iglesia. Los hombres y mujeres pasaran, la iglesia no”.
El primer lunes de cada mes tienen tiempo de ayuno y oración a las 7 pm y salen cada cuanto a entregar tratados y a hacer campañas cortas pero efectivas. Aunque el enfoque del pastor Nicolás no cambia con los años: Cree en el evangelismo de persona a persona.
Aunque esta descripción es incompleta si no se menciona a Elsa Bonifacio de Sandoval, pastora además que esposa de Nicolás, con quien tiene más de cincuenta años casados y lo cuentan como uno de sus grandes triunfos personales. Juntos se conocieron en República Dominicana, su país de origen, y desde entonces se han acompañado en las mil y una travesías ministeriales, primero Republica Dominicana, más tarde New York, luego Souderton y por los últimos cinco años Filadelfia.
Cuando empezaron a vivir en Filadelfia iniciaron un grupo de oración que prontamente se convertiría en la iglesia que hoy mencionamos. Y desde el nacimiento de la congregación los pastores Sandoval tuvieron muy claro que no querían estar sin conferencia, por eso arrancó un tiempo de oración y espera para encontrar el sitio indicado.
Luego de tocar algunas puertas y de tener algunas charlas conocieron la Conferencia Mosaico y supieron que aquí era el sitio indicado al cual Dios les guiaba.