Transcrito por Andrés Castillo
El llamado que me dio El Señor era establecer 25 iglesias, llegar a un lugar y empezar a formar líderes.
Durante mi juventud en Honduras pretendí servir de monaguillo en mi iglesia católica por un tiempo para ver si era la verdadera iglesia y contradecir a la iglesia evangélica. Sin embargo, vi que el cura no podía responder mis preguntas, mientras que el pastor cristiano siempre podía y esa manera me empezó a llamar Dios.
Me convertí, lo que causó luchas entre mis padres y yo. Me obligaron a decidir entre ellos o la religión, y aunque quise explicar, “no es por la religión, es por Cristo”, mi mamá me corrió de su casa. Empezó un peregrinaje en mi vida.
Al independizarme decidí que quería sobrevivir, pero no dejar la iglesia. Empecé a estudiar y obtuve una licenciatura en psicología en la Universidad nacional autónoma de honduras (UNAH).
Había un pastor y unos hermanos que me ayudaron a estudiar y completar mis estudios teológicos. Estudié con la Iglesia de Santidad, donde me dieron clases por medio de un instituto bíblico parecido al Instituto Bíblico Anabautista (IBA) de hoy. Después, hice un seminario en costa rica de 3 años.
Yo enseñé después como parte de un programa misional de alcance a la comunidad con Lancaster Mennonite Conference (LMC). También obtuve la certificación del Seminario Bíblico Anabautista Hispano (SeBAH).
Mientras estudiaba como estudiante en el Seminario Semilla en mi Honduras, recibí una invitación para trabajar con LMC en Estados Unidos. Llegué al nuevo país en 1988 con mi esposa Elena y mis hijos Isaac, Islia Edith, Jacer (nacidos en Honduras). Mi hijo Wolseley nació en Nueva Jersey.
En Camden (NJ) establecí la Iglesia Evangélica Menonita Manantial de Vida como una iglesia de LMC. Fui miembro del concilio de iglesias menonitas hispanas en Pensilvania y he participado como coordinador de las iglesias menonitas en Pensilvania y New Jersey. Recorrí otros estados como Connecticut para visitar otras iglesias.
Años después, leí en un periódico menonita que se buscaba líderes para consolidar una iglesia menonita en Sarasota, Florida. Fui a Sarasota con el meta de establecer la congregación, que consistía en personas recién llegadas y que era parte de South East Mennonite Conference. Marco Güete fue él que recomendó que nos uniéramos a la conferencia Mosaico.
Esto ha sido solo un poco de lo que he hecho en mi ministerio. El tema de establecer congregaciones ha sido presente en mi vida, desde joven. Dios me llama a la formación de lideres usando el método de Jesús que se describe en Mateo 28:19. “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”