por Jennifer Svetlik

Javier Márquez se conectó por primera vez con la Conferencia Menonita Mosaico en 2019, a través de IVEP (International Volunteer Program) del Comité Central Menonita (CCM), que es una oportunidad de intercambio cultural y laboral de un año para adultos jóvenes. Fue asignado para trabajar con el equipo de comunicación de la Conferencia y registrar historias de inmigrantes.
Cuando regresó a Bogotá, Colombia, finalizado su tiempo en IVEP, Javier se mantuvo conectado con los menonitas en Estados Unidos, especialmente como escritor para la revista digital en español de MC USA, MenoTicias.
A medida que las conexiones de Mosaico en Colombia han crecido, especialmente con la Comunidad Anabautista en Medellín convirtiéndose en Socio en Misión y el pastor de la comunidad híbrida Resplandece ubicada en Barranquilla, quedó claro que sería beneficioso tener a una persona del personal de Mosaico en Colombia.
En julio de 2024, se le pidió a Márquez que se convirtiera en el Coordinador de Comunicaciones de Mosaico Colombia, como escritor en español y para brindar apoyo y coordinación a los socios de Mosaico en Colombia.
“Estoy feliz de reconectarme directamente con Mosaico”, comparte Javier M. “Siento que Dios está haciendo cosas importantes en Colombia, y creo que puedo contribuir a ese trabajo en este rol”.

Javier M. espera ayudar a Mosaico a conectar con lo que Dios está haciendo en Colombia y América Latina, y a reconectar con la iglesia hispana en Estados Unidos.
Viviendo sus primeros años en el municipio de Soacha, tierra con pasado indígena, desarrollo una sensibilidad especial por las comunidades aborígenes y las relaciones interculturales. Ahora vive en Bogotá, la capital de Colombia. Tiene cuatro hermanos y su familia es grande, “como la mayoría de las familias latinas”, dice Javier. Es parte de la Comunidad Anabautista de Medellín, y está orgulloso de su comunidad porque toman muy en serio el llamado a ser pacificadores.
Javier M. también ha tomado en serio este llamado; se negó al servicio militar obligatoria en Colombia, y este proceso lo condujo por un proceso legal de dos años. Con el apoyo de la iglesia menonita en Colombia y la organización sin ánimo de lucro Justapaz, Javier M. finalmente ganó su caso como objetor de conciencia.
“Creo que el camino noviolento de Jesús va más allá de negarse a ser parte de guerras y violencia, sino también trabajar por la paz con pasión y compromiso”, reflexiona Javier.
“Colombia es la tierra del café, la salsa y la música vallenata, tenemos orquídeas y esmeraldas, platos tradicionales como el sancocho, la aguapanela, las arepas, el ajiaco y la bandeja paisa”, menciona Javier M.
Fuera de su rol en Mosaico, Javier M. trabaja con comunidades indígenas en toda Colombia. También tuesta su propio café y vende un poco de él. Además, tiene un gato. Le encanta bailar salsa, leer, pasar tiempo con su familia y dormir como un oso.
























