Entrevistamos a Juan José Rivera, líder y pastor en Mosaico, sobre el nuevo contexto social que viven los miembros de su iglesia en la Florida.
¿Cuáles han sido los retos que ha vivido la iglesia Seguidores de Cristo en este año?
Pienso que uno de los retos más importantes han sido animar a los inmigrantes que no tienen documento a confiar en que Dios nos cubrirá de las nuevas leyes que han surgido este año en el Estado de la Florida. Creemos que Dios va a obrar de forma maravillosa a favor de los que lloran y los que sufren como un Dios bondadoso y justo, y hemos estado apoyando en oración a los hermanos y hermanas que más han sufrido y a sus familias cercanos. Esta no es una situación fácil, pero tenemos la fe en Dios y como comunidad estamos cerca uno del otro.
La iglesia ha tenido personas que han tenido que salir de la zona por miedo y en general el estado de alerta se ha intensificado, por eso cada día requerimos más en el creer en el Espíritu de Paz, y animar e intentar proteger a nuestra comunidad de fe.
En ese sentido, ¿Cuáles son las metas que se ha propuesto la iglesia?
En cuanto a nuestras metas tiene que ver directamente con eso que venía comentando. Esperamos ayudar a nuestros hermanos indocumentados consiguiendo recursos humanos, especialistas en el tema para que nos orienten en relación a sus documentos para trabajar y proveer alguna ayuda económica bajo nuestras propias limitaciones. Es importante que la iglesia cada día sepa mejor sobre los derechos de los migrantes y así poder caminar de manera estratégica frente al Estado y ayudar a otras personas que suelen ser vulneradas por desconocer la ley y sus derechos.
Por supuesto no lo lograremos sin la ayuda de nuestro Dios por eso confiamos que el pueblo del señor tome conciencia y se levanten intercesores a través de nuestra visión, extendiendo el reino de Dios en la plantación de nuevas congregaciones.