Noel Santiago puede estar decaído, pero nunca deja de ser un motor de ideas. Cuando me he entrevistado con Noel he sentido la misma sensación que cuando salgo a visitar a mi abuela María y en su cuarto conversamos mientras los sonidos de las novelas turcas acompasan, aunque sin ritmo, armoniosamente la charla. Ella con sus casi noventa años ha robustecido un don para entablar cualquier tipo de conversación sin perder un milímetro del hilo de la historia que proyectan desde el canal de televisión. La sensación en ese cuarto es igual al de conversar con Noel Santiago, se trata de un escenario con la frescura mágica de las costas, en el caso de las novelas turcas la del Bósforo que cada tres escenas capturan con las cámaras, y en el caso de Noel Santiago, será ese aliento literario de boricua que vive la vida como una palmera en la playa, así sea en sus ánimos más cotidianos, y que nutre con mucho sentido aquella expresión de ellos: tomársela suave.
He estado decaído, hermano ore por mí
Lo otro es que estoy en conversación con un tertuliano de oficio. Igual que cuando estoy en compañía de mi abuela. Soy joven pero ya sé que esa es una de las cualidades más indispensables para la vida bonita, saber charlar, donde sea y con quien sea, sea en un café, con un par de copas de vino, o en un estacionamiento de trenes; sea ya por teléfono o en un restaurante, en la sala de la casa o, como ha sido en nuestro corto encuentro de hoy, a través de la pantalla del ZOOM.
Pero el ánimo de la charla, y la buena manera de sonreír como tic que se activa con la sorpresa, no han sido un obstáculo en ningún momento para que Noel en un principio, me confiese lo siguiente: “He estado decaído, hermano ore por mí.”
Justamente es todo el tiempo que viene pasando, al comienzo tortuosamente lento y ahora, peor que antes, irremediablemente rápido, en las condiciones de la pandemia, que le ha generado este desfallecimiento del ánimo. El mundo se cuida los pulmones, que es donde el Covid mata más que nada, pero los daños colaterales, porque sí son daños, que traen su dolor, sus efectos remediables y los que ya no lo serán, los hemos tenido que afrontar todos y todas. Uno de los más severos es el que justamente deriva en nuestro encuentro por ZOOM, que es el distanciamiento social. Ese tiene a Noel Santiago decaído. Porque el distanciamiento también ha derivado paradójicamente en la sobre sociabilidad virtual, que padecen muchos trabajadores, quienes han sacrificado a la fuerza los tiempos de transición que solían consistir en cambios de cuartos de reunión, o incluso mejor, cambios de edificio, por simples despedidas a la cámara y nuevas llamadas respondidas.
Ese tiempo, cada vez parece más ser algo del pasado, que ya no conviene para nuestro mundo de la ultra productividad y el ansia de desvivirse, y en el cual personas como Noel Santiago solían albergar un respiro; tiempos cortos de reflexión y que se convertían en talleres para concebir nuevas ideas. Eran las ideas y la reflexión sobre el trabajo y la palabra de Dios en lo que Noel prefería recrearse durante estos “huecos” laborales. Idóneo para describir parte de su personalidad.
Noel es una persona reflexiva y una persona que es motor de ideas. Maneja muy bien los idiomas español e inglés, pero no es un bilingüe conformista, sabe que no basta comunicarse con las otras personas, sabe que es menester disponer lo mejor que pueda el arsenal del lenguaje, por eso cuando no encuentra la palabra más asertiva para su idea, prefiere usar una palabra del otro idioma, o un refrán o simplemente mascullar y pensar en voz alta “¿Cuál es la palabra que busco?…” mientras tienta con sus dedos la barbilla o los acaricia en el aire cerca de su rostro como si intentara escudriñar los ingredientes ocultos del plato que está probando en ese instante.
Una ficha clave para muchas cosas
Noel Santiago es Ministro de Liderazgo en la conferencia Mosaico. En su trabajo básicamente ayuda a las congregaciones con diferentes cosas, puede ser pastor sustituto cuando sea requerido, o está en constante comunicación y colaboración con los líderes de las congregaciones; predica, da concejo, conecta recursos, facilita retiros junto a otros equipos de trabajo. Es algo así como una ficha clave para muchas cosas.
Yo le he preguntado cuál considera que es ese ingrediente que él añade a su trabajo, parece obvio, pero quienes trabajan y han trabajado en la administración eclesial no me dejaran mentir al mencionar que la oración suele ser puesta en las sombras, como algo que siempre acompaña pero que no necesariamente es protagonista. Esto es entendible, pero cuando Noel me responde a aquella pregunta que él motiva mucho a la práctica de la oración, me parece a mí que es un esfuerzo de añadido que cae muy bien.
Un encuentro de oración en medio del Covid
“La oración es un área de me da vida” explica Noel. Noel se ha sentido golpeado anímicamente, como sabemos, por la nueva realidad social a la que nos ha empujado el Covid, pero trabaja entre la maraña, y por ejemplo fue él una de las personas que patrocinaron el cuarto de oración virtual que existió en la asamblea del noviembre pasado. También, junto a Marta Castillo ha organizado semanalmente, cada miércoles, un encuentro de oración en medio del Covid, que comenzó como un medio de soporte para los líderes en la crisis, pero han sido tan exitosos que los han ampliado y hoy sigue con más fuerza que antes.
En esto Noel es propositivo y sabe muy bien que sólo no llega a ningún Pereira (o sea, no llega muy lejos). Esta es otra característica que he podido discernir de Noel al escucharlo, cada proyecto que me cuenta que ha podido trabajar, e incluso ha sido su pionero, él siempre menciona con nombre propio a sus compañeros y sus compañeras. Lo tiene muy claro que todo se ha hecho en equipo, tiene grabado en la piel el principio del liderazgo horizontal. Él no habla de él y los otros líderes de las iglesias, o de los otros compañeros de la conferencia, les llama desde el nombre hasta el apellido, con la misma naturalidad orgánica que utiliza nuestro cuerpo para emplear cada dedo de nuestra mano en prácticamente cualquier uso que le damos a la mano.
También en la Conferencia Mosaico es parte del comité misional. Los lectores en español que no lo sepan, sabrán que Steve Kriss, Ministro Ejecutivo de Mosaico, un tiempo atrás organizó su equipo en tres comités: el intercultural, el misional y el formacional.
Las 5 grandes comisiones
En el misional trabaja Noel Santiago. Allí, junto a Josh Meyer y Randy Heacock, ha avanzado por ejemplo en tratar de aplicar algo que han llamado “Las 5 grandes comisiones”. Se refieren así, a los cinco enfoques sobre la Gran Comisión, que se ve en los relatos de los cuatro evangelios sumado el libro de Hechos. Pero como he escrito en este artículo, Noel Santiago, como norma de oficio, piensa (o sea, no solo ejecuta), concibe y propone. Ahora él, está pensando, e incluso se ha dibujado en uno de sus cuadernos de notas un programa de acción, cómo hacer que estos comités trabajen de forma más articulada. Veremos con el tiempo qué surge de esto.