Los mexicanos son un pueblo – en realidad muchos pueblos- que a nosotros los latinos nos alegra inmensamente saber que hacen parte de los nuestros. Solo una persona que come ignorancia babeando la camisa podría decirte y sostenerte del mismo modo que México no es un país importante y que sus gentes no son seres de peso intelectual, político, cultural e histórico no únicamente en América –México: el país más americano de todos- sino en el mundo entero.
Y ellos tienen algo bellísimo que se despliega desde el mismo saludo como un ejemplo corroborando lo anteriormente expresado; cuando uno les llama por internet y prenden su cámara, entonces uno les pregunta, ¿Dónde está? ¿En su casa?, y ellos te responderán: EN LA SUYA.
Así me sucedió la tarde cuando llamé a Marisol Arriaga, ella me saludó con una sonrisa inmensa y me respondió de ese modo. Después me dijo, te recordamos por la amabilidad cuando nos ayudaste a traducir en la asamblea de Reconciliación de la Conferencia Mosaico –En aquellos días Franconia y la Conferencia Menonita del Este.
Marisol es una música de corazón y enseña de profesión. Tiene más de treinta años sirviendo en la Iglesia Menonita, en los cuales ha atravesado un largo camino de estudio y de experiencias de servicio. Hoy coordina el grupo de Mujeres en Acción por la Paz de México, que es un grupo que a su vez hace parte de las Mujeres Teólogas Anabautistas de América Latina (MTAL).
Marisol es una mujer de una fuerza de resiliencia que inspiran el corazón y la fe de cualquiera. Hace no pocos meses su esposo y su hija mayor pasaron por el COVID, y de los dos su esposo fue quien estuvo peleándose entre la vida y la muerte. Fueron días de melodías amargas, sobre todo porque Marisol no podía acompañarlo en la angustia de su lucha.
Pero el amor siempre encuentra las maneras de cruzar muros, así fue que se ingenió una forma para hacerle llegar papelitos clandestinos a su esposo en el hospital, escritos con notas de esperanza y ánimo de parte de su familia y de la iglesia.
También Marisol junto a MTAL han diseñado un libro devocional escrito por más de 232 mujeres de todo el continente y de este libro han escogido como himno una composición de Marisol que expresa perfectamente el carácter, la fe y la fuerza de esta mujer que nos inspira y que es un regalo para nuestras iglesias, el título es VALIENTE.