por Javier Márquez
Tres de los servicios claves del ministerio relacionada a la Conferencia Healthy Niños Honduras (HNH) están representados en tres pilares: el agua, el concreto y el maíz.
El profundo nivel de pobreza en las montañas de Honduras genera condiciones familiares donde las personas tienen que vivir en casas muy precarias, teniendo a duras penas cuatro paredes y un techo, y muchas de ellas viven sobre pisos de tierra y sin el acceso a agua limpia.
Esto es inmensamente grave: por un lado, cuando los bebés nacen en estas condiciones y tienen que gatear y dar sus primeros pasos en suelos de tierra viva, debido a la gran cantidad de bacterias e insectos que se alojan en estos pisos, desde muy pequeños los niños inician su ciclo de enfermedades gastrointestinales haciéndolos vulnerables desde muy jóvenes a malestares que ponen en riesgo sus vidas y su desarrollo durante el crecimiento.
Por el otro, como no tienen agua limpia ni un sistema de agua potable, las familias construyen pozos de almacenamiento de lluvias –son literalmente hoyos en el suelo que llenan con agua– la cual usan de igual forma para bañarse y beber, para lavar las botas o los platos sucios. No es extraño que Honduras sea un epicentro internacional de enfermedades como el dengue, el chikunguña y el Zika, que son transmitidas por mosquitos que a su vez se multiplican y se alojan en estos pozos de agua.
Para estos dos problemas HNH tiene un servicio de construcción de pisos de cemento que son donados a las familias, y que jornada a jornada se van construyendo, de a 2 o hasta 4, por las brigadas. Durante los años de servicio se han construido cientos y cientos de estos pisos, bendiciendo a muchas familias y proveyendo lugares más seguros para que los niños crezcan.
También HNH dona pequeños y sencillos, pero infinitamente útiles, sistemas de filtro de agua que son utilizados fácilmente por las familias y protege a todos, pero sobre todo a los niños, de padecer intoxicaciones o enfermedades mortales por el consumo del agua.
En centro nutricional
Ahora sí, y sin más espera, la cereza de este inmenso pastel: El Centro Nutricional.
HNH no solo hace brigadas a comunidades a quienes realiza donaciones y presta servicios de atención médica enfocada en la prevención y el rescate de niños y niñas de su estado de desnutrición, sino que también lleva un registro digital con el historial de todas las personas que ha atendido y, por medio de este, realiza un seguimiento profesional de cada caso.
En este registro, se tiene la información de cada niño y niña que se encuentran por debajo de la línea de la nutrición sana y a cuyas familias se les invita a ingresar al Centro de Nutrición.
El Centro de Nutrición es un hermoso lugar que se asemeja a una pequeña aldea donde están construidas casas coloridas, una pequeña escuela, un parque y una cocina. Rodeados por cultivos de frijol, yuca, soya, papaya y mucho maíz, aquí vienen las familias que aceptan la invitación para recuperar durante meses a los niños de su estado de desnutrición.
El Centro de Nutrición se convierte en una pequeña comunidad en donde las madres trabajan juntas para cocinar cada mañana las tortillas y el café, limpiar diariamente el centro y cuidar a sus bebés en un lugar donde hay la comida suficiente para que las familias se alimenten durante los meses que sean necesarios.
Cientos de niños y niñas han sido rescatados en este centro durante años. Es un lugar de maíz, pero también de oración en el cual las familias reciben un alimento para sus estómagos y para su corazón. Con los años, padres que han salvado a sus hijos porque les ingresaron a este centro se han convertido en líderes de la comunidad que invitan a las familias a ingresar al Centro de Nutrición, y otras personas, como don Félix, terminan trabajando con Healthy Niños.
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