por Andrés Castillo
Algunos delegados y hermanos de las congregaciones de Mosaico se encontraron el viernes 3 de noviembre para participar en el Encuentro de renovación de naciones y generaciones. El evento tuvo lugar para que los delegados y hermanos se pudieran conocer y aprender el uno del otro antes de la asamblea, en el santuario de la iglesia Kingdom Church en Norristown, Pennsylvania.
Cuando entró un grupo de personas muy diverso en el santuario, entendí el significado del nombre “naciones y generaciones”.
Danilo Sánchez, Ministro de transformación intercultural, comenzó el encuentro dando una oración. Siguió después un tiempo de alabanza en inglés, español e indonesio guiado por Hendy Matahelemual, Ministro adjunto de compromiso comunitario. Todos jugaron “‘bingo’ de personas”, un juego que intentó ayudar a los hermanos a conocerse un poco.
El pastor Ertell Whigham de la iglesia menonita Nueva Vida Norristown describió el evento como un encuentro donde las personas de diferentes culturas pueden construir relaciones que duran hacia el futuro. La idea surgió por la necesidad de honrar a todas las culturas marginalizadas en los Estados Unidos y unir a su gente. Ertell aún se acuerda de la época en que los menonitas blancos se distinguían por vivir en diferentes pueblos del mismo estado.
Normalmente, todas las personas que asisten al evento no son de raza blanca. Esta siendo la quinta vez que se realiza el encuentro, decidieron que deberían ir también algunos miembros del “Caucus blanco”, grupo de Mosaico donde las personas blancas pueden hablar de temas culturales. Algunos de sus miembros participaron en la conversación y fraternidad del evento.
Después del juego de bingo, hizo una presentación la hermana Rachel Diaz, una abogada de inmigración que trabaja con MCC en el sur de Florida. Habló de las realidades que enfrentan los inmigrantes que piden el asilo en los Estados Unidos. Rachel tuvo que empezar a aprender inglés en la escuela cuando tenía seis años, ya que nació en Estados Unidos en una familia Cubana.
Rachel enfatizó el pasaje de Deuteronomio 10:18-19*, que nos recuerda acordarse de cómo se siente ser extranjero y ayudar a los recién llegados a nuestras tierras. Habló sobre el estatus de protección temporal y los países a los que se aplica. Nos contó de la cifra de 2,000,000 personas que esperan el asilo, de los requisitos inflexibles para obtenerlo y de un juez en Florida que niega el estatus para un 97% de los casos que maneja.
Rachel pidió que todos hablaran sobre las medidas que estaban tomando sus congregaciones para ayudar a los inmigrantes y lo que podrían hacer para ayudar más. Muchos de los hermanos mencionaron que ya estaban ayudando con las necesidades básicas como la ropa y la comida, mientras no sabían qué hacer en cuanto a la parte legal. Se acordaron de que, de una manera menos directa, podemos formar a líderes que entiendan el interculturalismo.
Durante este tiempo, algunos hermanos empezaron a compartir historias de las crisis en sus países natales y los problemas que experimentan los inmigrantes en sus comunidades en los Estados Unidos. El evento terminó con una oración para Rachel y su ministerio. Después, todos se encontraron en Nueva Vida Norristown para fraternizar y cenar con comida mexicana.
*Si se necesita
18 Él defiende la causa del huérfano y de la viuda, y muestra su amor por el extranjero, proveyéndole alimentos y ropa. 19 Así mismo deben mostrar amor por los extranjeros, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
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