Por Javier Márquez
Durante el primer fin de semana de este mes de julio la Iglesia Evangélica Menonita Shalom, realizó el segundo campamento de niños en la ciudad de Tampa, Florida.
¡Mucha alegría! El primer campamento se hizo el año pasado en el mes de febrero, hubo una participación de 10 niños, este año, se cambió el mes, y hubo una asistencia de más de veinte.
¡La iglesia está unida! Esta actividad requirió de la ayuda de cada miembro de la iglesia, jóvenes y ancianos, en las puertas, en los juegos, en la cocina, en los momentos de oración.
“El sábado fue cuando se finalizó, hicimos una jornada de preguntas sobre lo aprendido, también comenzamos a recibir llamadas de padres impactados por los mensajes que llegaron a sus casas. Fueron tres días muy activos, trabajamos duro y con estas llamadas nos animamos a continuar el año que viene, convencidos en el trabajo que tiene la iglesia, ojalá podamos hacerlos más largo”.
Efectivamente fueron días divertidos, los niños de la iglesia aprovecharon el tiempo para hacer amigos que son parte de su comunidad, eso por sí solo es una noticia increíble y un indicador de éxito visto desde una perspectiva de misión cristiana, y si no fuera poco, además el trabajo de discipulado fue especial, enseñando a los niños de la palabra de Dios y de la labor de la iglesia.
Hace no mucho tiempo las noticias que publicábamos eran sobre una iglesia resistiendo a la situación sanitaria mundial. Preocupados por la falta de comida y el crecimiento de infectados por el coronavirus, esta iglesia en especial estaba acompañando casos donde las familias corrían el riesgo de perder sus techos, sin embargo, pasado el tiempo es de mucha alegría ver cómo las iglesias se han sobrepuesto a ese tiempo difícil y ahora siguen creciendo y sirviendo en sus comunidades, más unidas que nunca y con muchos sueños por cumplir.
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